Escribir por los Derechos: Dina, 14 años de edad, Honduras
Nosotros, los niños de Honduras, enviamos un caluroso saludo a todos los niños del mundo. Este año marca el 25 aniversario de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño. Es un buen momento para reflexionar sobre el cumplimiento por parte de los Estados Miembros que se comprometieron a hacerlo. Nosotros, los niños y niñas hondureños, queremos compartir nuestras experiencias acerca de lo que hemos aprendido y vivido en términos de nuestros derechos, así como de las dificultades que enfrentamos en nuestro país.
Nuestro país es un país joven, dado que casi la mitad de la población está formada por niños, y tenemos muchos recursos y potencial. Como niños, tenemos esperanza y queremos un mejor nivel de vida hoy y en el futuro. Todos los países tienen dificultades. En Honduras, las principales son inseguridad, violencia en las escuelas y comunidades, migración y pobreza.
Esta vez nos queremos enfocar en el problema de la migración de los niños, situación en la que el gobierno se ha estado centrando, dado que más de 20,000 niños y niñas han emigrado de nuestro país hacia los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida y debido a la difícil situación en nuestro país.
Nosotros, como niños, sentimos los problemas y sabemos que la difícil situación que estamos experimentando se debe a la falta de recursos financieros, a las limitadas oportunidades de empleo, a la violencia doméstica, a las diferentes formas de abuso y a las escasas oportunidades de educación media y superior para las personas.
Con este tipo de situación, las personas que sufren más son los niños de nuestro país, quienes tienen muchos sueños y esperanzas. Pero estos sueños parecen oscuros e irreales, sabiendo que muchos de nosotros queremos una vida decente y llena de oportunidades, así como la posibilidad de construir un nuevo ambiente saludable y libre de cualquier cosa [negativa] que afecte nuestro bienestar.
A partir de reuniones y capacitaciones en las que hemos participado, y de la información que hemos adquirido por otros medios, nos hemos dado cuenta de que muchos de estos problemas son el resultado de la falta de implementación de la Convención sobre los Derechos del Niño por parte del gobierno. Es por ello que nosotros, los niños de Honduras, experimentamos diariamente violaciones y agresiones a nuestros derechos y bienestar.
Sabiendo que los niños son el presente y futuro de nuestro país, demandamos al gobierno hondureño que implemente la convención y los múltiples tratados y legislación que benefician a los niños. También exigimos que el Estado planee e invierta en nosotros, los niños y niñas en Honduras, a través de programas y proyectos dirigidos a mejorar nuestra educación, salud, bienestar y protección.
Además, pedimos que se establezcan espacios de recreación en cada pueblo, que se brinde educación secundaria y superior en nuestras comunidades y se generen fuentes de empleo para que nuestros padres puedan evitar la migración. De esta manera, podemos asegurar el cumplimiento del requerimiento establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño que busca garantizar el interés superior de los niños en el mundo.
El conocimiento que tenemos acerca de nuestros derechos y de la convención misma es debido a las cosas que hemos aprendido en las escuelas y en diferentes talleres en los que hemos participado. Esto nos ayuda mucho para luchar a fin de que nuestros derechos sean respetados, empezando en nuestros hogares.
A nombre de todos los niños de Honduras, celebramos nuestros derechos y le decimos ‘sí’ a la participación y cumplimiento de los mismos.
¡Dios los bendiga!
Dina, 14 años de edad, Honduras
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