Así mantengo a mi familia

Miércoles, Mayo 25, 2016 - 23:24

En uno de los barrios periurbanos de la ciudad de Oruro vive la señora Teodora de 29 años. Actualmente se dedica a cuidar a sus hijos Yoselin de 10, Roben 8, Cristian 5 y Brayan de 3 años de edad y vender Chicharron de Pollo en su puesto de venta.

Nacida en una comunidad cerca a Inquizibi, ha estudiando solamente hasta segundo de primaria. Muy joven decide vivir con su pareja y se trasladan a la ciudad, buscando un futuro mejor para sus hijos. Sin embargo nada resulta fácil, ha eso se suma la violencia y el consumo de alcohol por parte de su pareja y finalmente su abandono.

“Cuando él se ha ido nos ha dicho voy a ir a trabajar pero no ha regresado, solo nos ha dejado con 30 bolivianos, no tenía ni gas, ni azúcar, nada, nada siempre me ha dejado, en el colegio les pedía materiales y libros no sabía de dónde sacar plata, ni para comer teníamos, pensaba sacarles de la escuela porque es gasto también, pero no, no tienen que ser como yo que estudien ellos he dicho, me prestado plata de una vecina, lavaba ropa para la gente”, menciona con los ojos llorosos recordando esos tristes momentos.

Afortunadamente Visión Mundial en la zona ha implementado capacitaciones sobre emprendimientos y desarrollo económico para las familias, en los cuales participaron varias señoras en situaciones similares. “Doña Cesi la promotora me ha avisado que vaya a los cursos, vamos a pasar cursos, vas a aprender me ha dicho, así he aprendido a cocinar y preparar los chicharroncitos de pollo” Afirma.

La señora Teófila como todas las participantes de los talleres ha aprendido a preparar varios platos, tortas y otros pasteles, “pero lo que más me ha gustado es preparar los chicharoncitos de pollo, ahora tengo mi puesto para vender y tengo con qué mantener a mis hijos, antes les he hecho sufrir de hambre a mis wawas no tenía nada para comer y no sabía de dónde sacar, pero ahora ya tengo con qué alimentarles, ya me comprado azuquitar, arroz, pero siempre falta no? porque ellos están creciendo". 

“Yo le ayudo a preparar el pollo” indica Yoselin, la mayor de sus hijas, continúa “mi mamá solita no puede porque mis hermanitos muy traviesos son, pero yo le ayudo siempre”. Yoselin realiza su tarea, ella estudia por las tardes en la escuela de su barrio, es una alumna destacada, “me gusta hacer las tareas que me da mi profesora, y me gusta adornar mi cuaderno” Afirma Yoselin, su mamá la mira sonriendo, pensando quizá, que ha valido la pena no interrumpir sus estudios.