Construyendo el futuro para su niña

Miércoles, Mayo 25, 2016 - 22:49

La cría de patos y cerdos se ha constituido en una de las principales actividades económicas y de opción nutricional para las más de un centenar de familias que han apostado en este proyecto de World Vision Bolivia.

Nicole, tiene 9 años de edad, casi la misma edad cuando su madre (Judith, 27) se registró en uno de los programas de World Vision. Ella es fiel testigo de los beneficios que le han reportado en su vida y la de su madre, formar parte de esta actividad hace aproximadamente siete años atrás.

Por ello es que la niña no repara en dedicar cuanto tiempo sea necesario en colaborar a su madre, que ahora se ha hecho cargo de su hija, pues su padre ha debido marcharse de casa. Todos los días se levanta muy temprano para encarar una de sus principales tareas después de sus deberes escolares, la limpieza de las granjas de cerdos y patos, alimentarlos y velar que estén bien protegidos del frío de la noche o de cuanto depredador aparece por esos lugares.

Esta actividad, que inició como un proyecto, es la que ahora mantiene ocupada a ambas y se ha constituido en el principal sustento familiar, que además les está permitiendo construir su casa. A través del programa se sumó al igual que sus vecinos al proyecto de cría de patos. “Desde un principio vi que la actividad era rentable, lo mismo que con la cría de cerdos, además que nos ayudaba a tener una mejor alimentación” recuerda Judith, que ahora vende tanto en Cochabamba, como en Oruro y La Paz, al menos tres veces al año, entre 80 y 120 cabezas de cerdo en cada venta, además de la comercialización de patos, que este último año ha empezado a diversificar su producción con otras razas que le están generando mayores ingresos. “Empecé con las dos granjitas chiquititas para patos y cerdos con la ayuda de Visión Mundial, ahora he ampliado hasta llegar a tener hasta cien cerdos” cuenta Judith, mientras muestra la extensión de sus granjas, una de las más grandes de la asociación de productores, conformada por cerca de 120 beneficiarios, que ella preside con mucha diligencia.

Su mayor sueño, además de ver consolidada su actividad y asegurado el mercado para la producción de aves y porcinos, es que su única hija tenga mejores oportunidades de desarrollo y todo el esfuerzo que invierte es para legarlo a Nicole. Los logros alcanzados hasta ahora la motivan a seguir más allá y asegura que aún tiene más fuerzas para seguir estudiando y profesionalizarse en el rubro de la pecuaria. “Gracias a Dios en las oficinas de Visión Mundial va funcionar la carrera de veterinaria y ahí pienso estudiar para seguir adelante con este proyecto, porque sé que aún hay más por aprender y porque me puede abrir otras puertas para mejorar mi situación y la de mi hija” acota. Mientras que la niña sabe retribuir los desvelos de su madre con un cariñoso abrazo.

#Madresuperpoderosa