Diego cuenta su realidad a través de la fotografía

Miércoles, Noviembre 18, 2015 - 19:48

Villa Mella, municipio Santo Domingo Norte.- Diego, de 12 años de edad, ama la fotografía y es a lo que quiere dedicarse cuando sea adulto. Su anhelo se consolidó tras participar en el proyecto “Mi Visión. Mis Derechos” el año pasado, una iniciativa de World Vision que le permitió contar la realidad de su comunidad en imágenes y exhibirla en el festival internacional Photoimagen 2014, una de las mayores muestras fotográficas de República Dominicana. 

El proyecto abarcó un curso de fotografía impartido por fotógrafos de agencias de información e independientes, al cual Diego asistió durante dos fines de semana consecutivos (sábado y domingo de nueve de la mañana a cinco de la tarde).

“El curso me encantó. Aprendí cuáles son los planos, cómo tomar una foto, cómo hacer que se vea bien, que las fotos no salgan borrosas y tratar de que sean buenas”, afirma. 

Diego junto al fotógrafo Ricardo Piantini.

En total, 34 niñas y niños de siete provincias del país participaron junto a Diego en el proyecto, en donde además recibieron charlas sobre derechos de la niñez con el fin de que pudieran vincularlos con las imágenes que tomaban.

En el caso de Diego, el derecho a la no discriminación fue el que más le llamó la atención: “Los niños que tenemos mejor situación económica deberíamos ayudar a los que están más vulnerables. Los niños deben ir a la escuela para tener una profesión”.

Diego cursa el séptimo de primaria, le gusta la matemática y cuenta que ha seguido tomando fotos con la cámara donada por World Vision como parte del proyecto: “Me gusta fotografiar la naturaleza y las personas que viven vulnerables”.  

Dos fotos tomadas por Diego fueron exhibidas en Galería 360, uno de los centros comerciales más exclusivos, concurridos y grandes de la ciudad de Santo Domingo, capital del país, con el fin de sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de la protección de la niñez y cómo la pobreza limita el desarrollo de una sociedad más justa y segura. 

“Me gustó ver mi foto destacada allá [en el centro comercial] y encontrarme con los que participaron conmigo y con mis profesores”, señala.  

Diego, junto a una de sus fotos expuestas en el centro comercial Galería 360.

La exposición fotográfica en el centro comercial.

Diego vive con su padre, su madre de crianza y dos hermanas, y se siente agradecido con Dios por su familia. 

Rafael, el padre de Diego, posee una pequeña bodega en la parte frontal de su casa, de donde proviene el sustento económico de la familia. Cada día sale a las seis de la mañana a buscar la mercancía para abastecer su negocio y llega tres horas después, a las nueve. Vende vegetales, verduras y otros productos. 

“Hemos tenido buenos momentos con World Vision. Ha sido excelente. En mi colmado vendo un agua que se compra en la planta de agua de World Vision a muy bajo precio frente a las demás, y la revendo en mi negocio al alcance de los niños vulnerables. Es el agua que estamos bebiendo en la casa y mis hijos no se han vuelto a enfermar del estómago. Antes bebíamos agua de muy mala calidad”, asegura.  

Rafael es presidente de la junta de vecinos de su barrio y miembro de la red de protección de niños, niñas y adolescentes que apoya World Vision en asociación con otras organizaciones en la localidad.

Diego con su padre Rafael.

“Diego es un excelente niño, bien estudioso, preocupado por sus cosas. Ayuda bastante en el hogar y en su escuela ha sido alumno meritorio por más de seis años”, enumera Rafael sobre su hijo.

El padre de Diego se siente orgulloso de que su hijo tenga una proyección en la vida: “Yo me siento muy bien porque lo veo enamorado de la fotografía y por mi hijo sentirse bien me siento muy bien con World Vision y ese proyecto”, declara. 

Diego ha seguido formándose con World Vision. El curso más reciente que tomó fue salud sexual y reproductiva, y expresa que el próximo que hará será informática.