República Dominicana solidaria con Haití

Domingo, Septiembre 22, 2013 - 02:30

El 12 de enero de 2010 es una fecha que permanecerá en la memoria del pueblo haitiano por mucho tiempo. Tras sólo segundos de un movimiento telúrico de magnitud 7.3, múltiples zonas del país quedaron severamente afectadas, en especial la capital, Puerto Príncipe, que según las Naciones Unidas y la Unión Europea, tardará 10 años en reconstruirse por completo.

Las autoridades haitianas estiman en 170 mil los muertos y 200 mil los heridos, mientras que un millón y medio de personas perdieron sus hogares. En el caso de los niños y niñas, la embajadora de Haití en Madrid declaró que 400 mil están en situación de desamparo y son posiblemente huérfanos.

Ante tal panorama, la República Dominicana actuó desde el primer día para socorrer al país con que comparte la isla. Tanto el Gobierno como organizaciones sin fines de lucro y la sociedad civil, han emprendido una labor de respaldo que ya fue reconocida por la comunidad internacional.

“Es una muestra de solidaridad. Me parece que los dominicanos han sido muy sensibles al dolor haitiano”, dijo Flora Melo, encargada del centro de acopio de Visión Mundial, donde organizaciones, familias y personas llevaron donaciones que fueron distribuidas en Haití.

 

 

Visión Mundial en respuesta a emergencia


“Visión Mundial República Dominicana estuvo enfocada en facilitar un puente de ayuda humanitaria entre nuestro país y Haití”, explicó Bernardo Rodríguez, coordinador de Asuntos Humanitarios y Emergencia, “también, en recibir en Jimaní todas las ayudas logradas en República Dominicana y tramitar su distribución en territorio haitiano”.

A un almacén de 1,200 metros cúbicos con que cuenta la organización en Jimaní, llegaron donaciones de empresas, entidades sin fines de lucro, iglesias, grupos comunitarios y familias. “Estas personas hicieron jornadas y maratones para recaudar y depositaron en nosotros su confianza para que colocáramos dicha ayuda en Haití”, expresó Rodríguez.


Atención en salud
Según fuentes oficiales, 20 mil víctimas haitianas han acudido a hospitales dominicanos, sobre todo a los que se encuentran en la zona fronteriza. Por ello, para el equipo de salud de Visión Mundial es prioritario el apoyo a los centros de salud.

“En Jimaní estamos apoyando el Hospital Buen Samaritano, Hospital General Melenciano, Centro de Nutrición San José y Orfanato de la Iglesia Evangélica Nacional”, precisó Bienvenido Mercedes, responsable de Salud. En estos centros se han atendido más de 500 niños y niñas. Indicó que el soporte consiste en suministro continuo de insumos médicos, personal técnico y traductores de creole.


Prioritario: los niños y niñas

Los niños que viven una experiencia traumática generalmente desarrollan ansiedad, depresión, trastornos de sueño, se vuelven agresivos o temerosos. En situaciones de emergencia son ellos los más vulnerables a que sus derechos sean violentados.

Para prevenir esta situación, Visión Mundial forma parte de la Mesa de Infancia, un equipo conformado por varias instituciones que se encarga de monitorear el estatus de los niños víctimas del siniestro. “La estrategia es poder asegurar que tengan atención especial. En medio de una emergencia los niños deben tener preferencia”, expresó el coordinador de Participación Infantojuvenil, Andrés Mejía.

Informó que en la comunidad haitiana Fond Parisien se está ejecutando un programa de recuperación psicoafectiva con terapias lúdicas para que, a través del juego, los infantes puedan desahogar sus sentimientos, manejar la pérdida y descargar sus frustraciones.

Este programa tiene una duración de un mes y medio, y va dirigido a niños de 5 a 16 años.


Héroes anónimos: los voluntarios

“Al otro día del terremoto vinieron jóvenes voluntarios preguntando qué pueden hacer para colaborar”, dijo Adela Matos, gerente de proyectos de Visión Mundial en Jimaní. En efecto, gran parte del trabajo realizado por esta organización ha sido con el apoyo de voluntarios.

Solo en el Hospital Buen Samaritano, 19 profesionales de la salud canalizaron sus servicios a través de Visión Mundial y trabajaron en la atención a los pacientes. También cooperaron voluntarios en el centro de acopio, en las actividades recreativas con niños y como traductores de creole; más de 100 personas se acercaron a Visión Mundial para colaborar como voluntarios.

Cada día después del liceo Manuel Pérez iba al centro de acopio donde trabajaba clasificando medicamentos, “lo hago por una sola razón: ayudar”.