Un corazón misionero

Martes, Noviembre 10, 2015 - 17:23

La confraternidad World Vision fue fundada por el misionero estadounidense Bob Pierce, quien en 1947, conoció en Corea a la niña White Pierce, que no contaba con recursos para seguir la escuela. Pierce entregó a Tena Hoelkedoer, una maestra local, sus últimos cinco dólares y acordó enviarle la misma cantidad cada mes para que se encargara de cuidar a la pequeña. 

Años más tarde, fundó World Vision con el propósito de asistir a niños y niñas en situación de vulnerabilidad e implementó un sistema de patrocinio para atender las necesidades de cientos de miles de niños coreanos que quedaron huérfanos a causa de la guerra.

Desde el inicio, la organización trabaja en asocio con las parroquias e iglesias de distintas denominaciones para impulsar juntos la misión de promover la esperanza en el mundo.

Acciones que realizamos junto a las Iglesias:

  • Canales de Esperanza: Una propuesta de formación dirigida a líderes de iglesias en temas como: VIH y SIDA, salud materno-infantil, equidad de género y violencia basada en género. 
  • Ayuno Solidario: Movilización de las iglesias y la comunidad para generar conciencia sobre la situación de violencia e inequidad que viven más de seis millones de niñas y niños en América Latina. 
  • Voluntarios con Visión: Oportunidades de voluntariado y programas sociales para adolescentes, jóvenes y adultos con vocación cristiana de servicio que dediquen parte de su tiempo a impulsar alguna causa social, y trabajar por el bienestar de la niñez y sus comunidades. 
  • Respuesta en emergencias: Dirigido a líderes de iglesias, mujeres, jóvenes y adultos voluntarios dan respuesta a emergencias y crisis humanitarias antes, durante y después de una emergencia (terremoto, tormentas, huracanes y otros). 
  • Intercesión mutua: Forma parte de cadenas de oración en favor de la  construcción de sociedades más justas y seguras. 
  • Celebrando en familia: Es una metodología que ayuda a las familias a crear un ambiente seguro y amoroso para el bienestar y la crianza de las niñas y los niños.

El apoyo de la organización nos permite acompañar a las comunidades en extrema pobreza y alcanzar el desarrollo de la ninez y sus familias, afirma Cecilia Roa, pastora y orientadora del Centro Educativo del Nivel Medio Fernando Tavera, provincia Bahoruco.