¿Qué significa un lápiz cuando la papelería está a casi dos horas de distancia?

Lunes, Febrero 29, 2016 - 17:25

“Un niño, un profesor, un lápiz y un libro pueden cambiar el mundo”– Malala 

El inicio de un nuevo año escolar es motivo de alegría para todo niño y niña; es el reencuentro con los amigos, el jugar como nunca hubiesen jugado en los recreos; conversaciones repetitivas sobre el viaje a la playa en las vacaciones, el camping con la familia, el nuevo nivel al que llegó en su video juego favorito, etc.  Es también el enfrentar la realidad de que hay que seguir estudiando en el nuevo grado y esperar la lista de útiles que compartirá “el profe” o “la profe” para luego ir a buscar en la papelería la línea de productos escolares de moda. ¿Qué personajes tendrá la mochila, los lápices, reglas y cuadernos este año? ¿Star Wars VII, Los Minions, Angry Birds, Frozen, Pepa, My Little Ponny, etc? Las posibilidades son muchas. 

Pero, ¿qué puede significar un lápiz, una goma de borrar o un cuaderno para un niño o una niña que vive en el páramo ecuatoriano, cuando la única opción de conseguirlos es viajar a una papelería  -cerca de dos horas- al pueblo más cercano? ¿Cuando la familia tiene que bajar al pueblo sólo lo necesario, porque no se puede gastar mucho en transporte?... Significa educación,  llegar a ser un día un médico, una profesora, un arquitecto, un músico… Significa salir del círculo de la pobreza. 

Librería de “Jóvenes emprendedores”, Proyecto que tuvo su impulso inicial gracias al apoyo de World Vision Ecuador. 

En Guangaje, a 146,5 km de la capital ecuatoriana, un grupo de adolescentes y jóvenes han decidido torcer el brazo a su condición de aislamiento y asegurar que todo niño y niña de la escuela de su comunidad tenga acceso a un lápiz, ¡Sí!, esos lápices que nuestros hijos pierden en el colegio y que los conseguimos fácilmente en la papelería de la esquina para reponerlos.   

Con el financiamiento inicial y soporte técnico de World Vision Ecuador, estudiantes de educación media de la única escuela y colegio de Guangaje, con la guía de la Profesora Myriam Herrera, lograron abrir una papelería que tiene todo lo que un estudiante necesita: lápices, cuadernos, gomas de borrar, etc. Toda la ganancia que se obtiene, sirve para invertir en más y nuevos recursos escolares. Gracias a la perseverancia, administración y disciplina de estos “jóvenes emprendedores” que atienden la papelería voluntariamente en turnos establecidos, los padres y las madres de Guangaje ya no tienen que preocuparse por comprar un lápiz sin que esto signifique un problema en la economía del hogar porque hay que viajar lejos. 

Para cambiar el mundo, necesitamos educación; para cambiar el mundo necesitamos un lápiz.