Un poco de voluntad y nada más.

Viernes, Octubre 10, 2014 - 17:46

Ser voluntario significa dar sin esperar nada a cambio, brindar esfuerzo y dedicación sin buscar reconocimiento. Entrevistamos a Theo Duclos, joven chileno que se ha unido a las acciones de respuesta a emergencias en World Vision.

¿Por qué decidiste ser voluntario?

En un mundo lleno de desigualdad, sufrimiento, dolor e injusticia logré encontrar el amor y la felicidad en el trabajo humanitario sin necesidad de poner más que mi disposición y mi compromiso, sin esperar ninguna recompensa a cambio más que una sonrisa, un “gracias” o el saber que aporto para mejorar este mundo.

 ¿Cuál es la parte más gratificante de ser voluntario?

La parte más gratificante de mi trabajo es sin duda compartir con mis compañeros. Al trabajar, uno siente cosas impresionantes y debemos seguir trabajando con la frente en alto. Al finalizar el día sé que puedo tomar todo como un aprendizaje y reflexionarlo con mi familia humanitaria, en quienes confío y sé que cuando cae uno, caemos todos.

¿Cuáles son algunos de los aspectos más desafiantes en esta labor?

Interactuar con la gente, planificar las cosas es sencillo hasta que las llevas al terreno, ahí debes enfrentar situaciones que no imaginaste, que van más allá de los cursos, los manuales y los números. Cuando te toca ayudar a alguien que perdió un ser querido, que perdió todo lo que tenía o que está sufriendo, es donde pones a prueba tu capacidad de entregarte a aquél que nunca habías conocido, pero que hoy confía en ti y se apoya en ti.

¿Nos puedes platicar sobre el trabajo que realizas?

World Vision trabaja en muchos ámbitos, pero yo me especializo en asuntos humanitarios y emergencias. Seguimos dos directrices generales, la primera es la capacitación a la comunidad en la respuesta a estos fenómenos; lo hacemos mediante entrenamientos a la comunidad, se enseñan herramientas básicas para responder. Por otro lado, respondemos a situaciones reales con un equipo de voluntarios, ellos acuden a hacer una primera evaluación a terreno de acuerdo a su cercanía con el sitio de la emergencia para luego agilizar los procesos de ayuda humanitaria, enfocándonos siempre en los niños, sus comunidades y la protección de sus derechos.

¿Qué es lo que más te ha marcado de ser voluntario?

Por mi cercanía a la emergencia ocurrida a principios de 2014 en Valparaíso, Chile, donde se quemaron cerca de 3 mil casas, tuve que acudir en primera instancia para evaluar daños y necesidades de la comunidad local. Conversé con niños y familias que habían perdido  sus viviendas, todas sus pertenencias; a  pesar de todo, estaban tranquilos y sacando adelante su situación. Fue inevitable pensar que yo también puedo perder mi casa y pertenencias, en ese momento pude sentir el verdadero dolor que ellos estaban sintiendo.